Mariano Amable, presidente del Consejo de Ciencias Económicas de Misiones, afirmó que el nuevo régimen cambiario «es una primera buena señal”

Desde este lunes, el cepo dejó de estar vigente para personas humanas y el Banco Central aplicó una flotación administrada del tipo de cambio entre los $1.000 y $1.400. En este sentido, el presidente del Consejo de Ciencias Económicas de Misiones, Mariano Amable, opinó que las nuevas medidas llegan como una oportunidad para grandes y pequeños inversores.

En el Banco Nación, el dólar oficial saltó 12,1% respecto del viernes, cerrando en $1.230 tras una jornada volátil. En el mercado informal y exchanges privados, el dólar se mantuvo en un rango de entre $1.260 y $1.290. “El hecho de que ahora uno pueda comprar en el mercado oficial de dólares pienso que es, en cierta forma, una posibilidad que se abre para los ciudadanos para el ahorro”, afirmó Amable.

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Sobre la reacción del mercado, Amable opinó que la jornada, aunque relativamente variable, supuso un buen primer paso. “Es una primera buena señal, porque si bien las bandas eran entre 1.000 y 1.400, las cotizaciones se ubicaron en el medio”, opinó.

Gracias a esto, aseveró, no se sintieron movimientos bruscos en la cotización. “No se notó una corrida contra el dólar, que podría haber sido una de las situaciones. Fue un día tranquilo para lo que podría haber sido este cambio tan radical de orientación en lo que hace al mercado cambiario”, dijo.

En cuanto al impacto tributario inmediato, explicó que hay que tener en cuenta variables como el bagaje impositivo. “Si uno compra dólares con homebanking, por ejemplo, no se aplica el 30% del impuesto a las ganancias o de los bienes personales que pagábamos anteriormente. Era una penalidad fiscal de impacto en las personas, de forma directa”, observó.

Al referirse a los efectos de las nuevas medidas en las pymes, mencionó que podrían traer buenas noticias, según lo que oyó desde la industria yerbatera. “Está en las dos puntas, en el sentido de que importa y también exporta”, sostuvo. “En cuanto a todo lo que es importación de insumos o incluso de inversiones de capital, hay ahora una mayor claridad y una mayor facilidad para pagar las importaciones”.

Esta mayor claridad se hace evidente, por ejemplo, en el tiempo que toma impactar un pago. “Una vez cerrada una importación ya se puede efectuar el pago, y en ese caso el precio de los productos importados no se encarece por la financiación o por el retraso en el pago que teníamos antes, que era un factor”, explicó. Sin embargo, quedan aspectos pendientes. “Todavía no aparecieron los anticipos para bienes de capital”.

En cuanto a las exportaciones, explicó que se verán fortalecidas por un mejor régimen. “Ahora se van a liquidar las exportaciones a un dólar un poquito mejor que el que venía teniendo, que era 80% mercado oficial y 20% contado con liqui”. Según él, eso “le mejora el precio también a los exportadores”.

Asimismo, Amable hizo referencia a los cambios que aún quedan por aplicar. “En el caso del turismo y los pagos con tarjetas de crédito, sigue vigente la percepción, por lo tanto no conviene pagar con tarjetas”, dijo.

Frente al nuevo escenario, sin embargo, admitió que el panorama es cambiante y que los profesionales también deben seguirlo de cerca. “Creo que ahora es el primer día. Esta primera partida del mercado le fue bien, podemos decir eso de las medidas planteadas”, indicó.

En relación con la inversión extranjera directa, opinó que resultará fortalecida. “Esto mejora las perspectivas de inversión extranjera. Además del levantamiento del cepo para las personas, también a partir de hoy hay medidas del Banco Central que permiten tirar dividendos, es decir, las utilidades que tengan las empresas”, manifestó.

Por ello, resulta una buena decisión en vistas a mejorar el ambiente de inversión, según dijo. “Imagínense que se termina la inversión del extranjero y se pone plata en Argentina, y después no podés cobrar los dividendos que genera la inversión que hiciste. Entonces eso sí era un desaliento y ahora se dio un paso en el sentido de alentar la inversión”.

También se refirió al vínculo con el FMI. “Tenemos siempre una relación de amor y odio con el FMI, con altibajos, pero hay un hecho significativo y es que el Estado argentino volvió a ser confiable para los inversores internacionales”, sostuvo.

A pesar de todo, Amable opinó que queda mucho por hacer. “Me gusta ser optimista. Siempre quiero confiar en que podemos seguir trabajando en lo que hace a la eficiencia del Estado. A lo mejor si se solucionan otras cuestiones que están pendientes, como una reforma tributaria profunda para que haya mayor equidad”, concluyó.